A jugaaaaar

A jugaaaaar

No es ningún secreto, el plan que más nos apetece los domingos en familia durante el curso escolar es quedarnos en casa muy apretaditos jugando a juegos de mesa. Interminables partidas de Descend o de Hero Quest; adrenalínicas aventuras con Unlock o incluso pasarnos la mañana resolviendo misterios entre las abarrotadas calles de Crime City. Todos cooperativos, claro, que en casa tenemos muy mal perder.

¡Pero con la llegada de las vacaciones todo cambia! Sin clases, extraescolares o deberes tenemos tiempo para viajar un poquito, ir a la playa, alguna acampadita, visitas a los abuelos… Pero, eh, no sin mis juegos. En verano cambiamos a juegos clásicos, que los conoce todo el mundo y no necesitamos pasar horas explicando y aprendiendo estrategias o complicadas reglas. Eso sí, siempre con estilazo. Te contamos los juegos que ya están en Gnomo para hacernos más amenos los ratos de ocio estival. ¡Todos en cajitas transportables que ocupan muy poco espacio en la maleta!

Parchís

Álvaro sólo tiene vetado un juego en esta vida: el juego de la oca. Si le sacas el tema te arriesgas a liberar sus demonios interiores, porque le parece un insulto a la inteligencia humana. Nos ha salido intelectualillo, qué le vamos a hacer. Así que en casa no tenemos el típico tablero que tiene el parchís por un lado y la oca por el otro. Y en Gnomo menos. Sólo parchises, pero muy guays, eso sí. El de gatitos es lo más de lo cute y lo más de lo kawai: cuatro equipos de adorables mininos que tendrás que mover por un tablero de colores pastel. Y si los felinos te dan alergia, ¡esperamos que el pescado no! El parchís de sushi incluye 4 bandejitas de madera para poner las mini piezas, un cuenco para tirar el dado y unos palillos para moverte por el tablero. ¡Pero no te comas las fichas literalmente!


Damas

Horas y horas nos pasamos en la cafetería del instituto dándonos caña a las damas. Las clásicas y las chinas, que se agrupan en las esquinas opuestas del mismo tablero. Había verdaderos máquinas del juego y entre cafés y cañas de chocolate se gestaron grandes torneos. Sinceramente, desde que pasé a la universidad no volví a pensar en las blancas ni en las negras. Hasta que este juego tan elegante volvió para recordarme que tenía, yo también, madera. Con un portafichas y fichas de madera con estampado de makis y uramakis, este juego de damas se juega sobre un tablero de tela, lo que lo hace ideal para transportarlo enrollado dentro de su tubo.


Dominó

Literalmente la única manera de convencer a mis padres para que salgan un ratino al patio para que les de el sol y el airecito es tentarles con una partida de dominó. Rápidas, divertidas y aptas para todas las edades. Es un gustazo ver a personas de 84, 10, 23 y 40 años disfrutando como enanos de una partida juntos al dominó. Este año llevaremos, en su caja de madera, el nuevo dominó sushi, en el que las piezas muestran todos los ingredientes deliciosos del plato japonés más universal. ¿Te imaginas que hasta consigo que lo prueben?


Pagoda que se cae

El arte oriental es delicado. Esta pagoda pone a prueba no sólo tu pericia sino tu zen. Para mí, que mis manos bien podrían ser los pies de otra, es un juego para el que tengo que mentalizarme leyendo el Tao varias veces y emplear todo mi espíritu budista. Aún así, siempre termino tirando yo la joía pagodita y cagándome en todos los que me rodean mientras grito improperios que me quitan tol karma. Mira, este juego no me lo llevo, ea.

 

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