Costumbres navideñas que no te esperabas...

Costumbres navideñas que no te esperabas...

Aaiis, la Gnavidad. ¡Cómo nos flipa! Nos reunimos con nuestra gente o, si no puede ser, nos mandamos muchas postales. Comemos eso tan esperado y que, no sabemos nunca por qué, sólo se cocina en esta época. Regalamos y nos regalan. Hasta aquí más o menos igual en todas partes. 

Pero lo variadito es lo mejorcito, ¿verdad, Jose? Porque hay sitios donde lo normativo no es comerse el Roscón de Reyes, sino pollo de una franquicia. Y otros lugares en los que una cabra trae regalos y los adornos son de hortalizas. Bueno, bueno, ¡no hacemos más spoilers! Lo que te venimos a contar es que lo típico gnavideño no es universal y que lo añadimos a la lista de las muchas cosas que nos encachiflan de esta época del año.

Te traemos unas cuantas tradiciones internacionales de las que no teníamos ni idea para ver cómo se celebra la Gnavidad en otros sitios. Así salimos un poquito de nuestra zona de comfort gnavideña mientras viajamos por todo el planeta. Un win-win, vaya.
 

Dos personas disfrazadas de Mari Lwyd están muy contentas delante de un castillo

Mari Lwyd


La calavera de una yegua. Una sábana blanca y una percha o palo. Unas cuantas guirnaldas festivas... ¡y ya tienes tu disfraz ideal para la Gnavidad en Gales! Sí, has leído bien. Y sí: a estas alturas también has visto la foto.

Empezamos fuerte con la tradición gnavideña que más nos ha sorprendido. O asustado. O las dos cosas. Se trata de Mari Lwyd, un personaje algo fantasmal pero inofensivo que se remonta al siglo XIX. Hay quien la conecta con el portal de Belén, donde una yegua embarazada se tuvo que buscar otro refugio cuando llegaron María y compañía.

Lo típico es que Mari Lwyd y su pandilla se paseen por el pueblo cantando intentando que alguien les deje entrar en su casa. Si lo consigue, los habitantes tendrán buena suerte para todo el año. Pero igual también les roba algo o los persigue sin descanso. Un encanto la Mari Lwyd, ¿a que sí?
Campaña publicitaria japonesa de KFC en la que se ve al personaje de la franquicia vestido de Papa Noel y letras japonesas.

Pollo frito en Gnavidad


La verdad es que en Japón no son mucho de celebrar la Gnavidad, los cristianos son sólo un 1% de la población más o menos. Así que no se hacen grandes festividades, ni se adora a ningún bebé recién nacido.

Lo que sí es una verdadera tradición es comer pollo frito el 25 de diciembre, funfunfún. Y no cualquier pollo frito, ¡el de KFC o ninguno! Todo viene de una campaña publicitaria, allá por los 70, que no ha parado de triunfar desde entonces. En principio, estaba pensada para los extranjeros que echarían de menos las recetas occidentales con pavo y todo el combo. ¡Pero es que también fue un exitazo entre la población japonesa!

La imagen del coronel del KFC se viste de rojo y con gorrito, se preparan menús gnavideños especiales y la gente empieza a reservarlos a partir de finales de octubre. Ya vamos tarde para celebrarlo a la japonesa este año...

 

Padres secuestrados


Una de las tradiciones navideñas que nos ha dejado más loquis es esta de Serbia. La movida es que dos domingos antes de Navidad, niñas y niños sucumben al ansia por los regalos y secuestran a su madre hasta que promete dárselos. Por si acaso el mensaje no ha calado, el domingo siguiente es el padre el que acaba atado a una silla bajo las mismas demandas. Cuidadín con la chiquillería.

Otra cosilla interesante de la Gnavidad serbia son las fechas en que se celebra. Según el calendario juliano, sería el 7 de enero y no el 25 de diciembre. Así que si eres muy pero que muy fan de esta fiesta, aquí está tu oportunidad de celebrarla dos veces. ¡De nada!
Una cabra gigante hecha de paja en Suecia

La Cabra de Gävle


En Gävle, Suecia, la asociación de comerciantes construye desde 1966 una cabra gigante hecha con paja que se coloca en la plaza para gran regocijo de toda la ciudad. 

Menos mal que la cabra se suele montar al ladito del parque de bomberos, porque lo más normal es que no llegue a Fin de Año. La tradición no oficial es destruirla de todas las formas posibles. Lo más habitual es que la quemen, como una falla, pero también la han golpeado, atropellado y lanzado al río. Estos ataques se han intentado evitar con personal de seguridad, cámaras de vigilancia, multas y hasta penas de prisión. No parece que funcione mucho...

Además, desde los años 80, se montan dos cabras por Gnavidad: esta de los comerciantes y otra del Club de Ciencias Naturales. Los grupetes no se llevan muy bien, dicen, empeñados en que su cabra sea más alta, más grande y más de récord que la otra. ¡Pobres cabras!
Escena de un belén tallado con rábanos en la Noche de Rábanos en México

Noche de rábanos


Ya nos flipa la idea de organizar un Mercado Navideño, pero es que además en el de Oaxaca (México) se celebra un concurso muy particular. En la Noche de Rábanos, el 23 de diciembre, se compite para ver quién ha creado la mejor figura a partir de esta hortaliza. Animales, artesanías, escenas de la vida cotidiana o momentos relacionados con la Gnavidad...¡pero todo con rábanos!

La tradición viene del siglo XVIII, cuando hubo tantos rábanos que muchos se echaron a perder. Así que se llevaron unos cuantos, los que parecían más grandes e irregulares, al Mercado Navideño para atraer a los clientes y adornar los puestos de comida. 

La escena o figura ganadora de la Noche de Rábanos se lleva 15.000 pesos, que vienen a ser unos 700 euros. ¿Y qué pasa con los rábanos luego? Pues no, nadie se se pasa semanas comiendo belenes de rábanos. Todo se tira y se desmonta al día siguiente, porque no aguanta mucho una vez cortado y manoseado. Arte efímero.
¿Conoces más costumbres navideñas sorprendentes?
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