El día menos pensado, cuando más tranquila estás, vas y floreces. Puede ser una repentina consciencia de todo lo que eres; o quizá la visión de la misma calle por la que pasas cada día se vuelve diferente, más brillante. Tal vez un olor penetra en tus sentidos y lo cambia todo o una caricia te transforma para siempre. Cuando esto pasa, descubrimos con asombro y algo de alivio, que las flores que nos brotan no se marchitan fácilmente: han venido para quedarse.
Laura Agustí es una ilustradora con una obra de delicadas líneas con aires románticos que referencia épocas pasadas sin perder actualidad. Con un fino trazo basado en el blanco y negro, retiene el exceso y lo deja suspendido en hojas, pétalos y espinas. Utiliza rotring y lápiz sobre papeles texturizados imitando la tela para destacar su trazado.
Lámina numerada y limitada perteneciente a una serie de 300.