Aún se pregunta mi marido qué comen el resto de niños de España en los recreos. Él, castellonero de soca i arrel, siempre lleva aún hoy su paquete de rosquilletas en la mochila. Eso sí, las de Castellón, las auténticas, que las de Valencia llevan anisetes y están blandurrias y ya no es lo mismo (cito). Las más ricas, desde luego, son las hechas en casa. Unos palitos de pan salados y crujientes que te sacan de más de un apuro.
Aneta Tarmokas es una ilustradora valenciana que bebe de la naturaleza y el estilo de vida mediterráneo. Odia el despilfarro, le encanta la sopa y crea despacio, saboreando cada uno de sus diseños, que suelen empezar con un sello carvado a mano.
Tamaño: A4 (21 x 29,7 cm).